jueves, 11 de agosto de 2011

Solo para maestros

Una categoría "Solo para Maestros" en argentina.

Los que peinamos las canas de más de medio siglo hemos asistido con pasión al desarrollo del automovilismo mundial, y en mi caso al de Argentina con especial atención.

El trabajoso equilibrio alcanzado por categorías como el TC y TC2000, lo ha sido a veces a costa de prestaciones, potencia, diversidad de motorizaciones, velocidad final y hasta manteniendo formas externas que cubren verdaderos pura sangre o prototipos. El mantenimiento de la rentabilidad, o el negocio que pone vitalidad a todo proceso como el de la competencia automovilística, han derivado en un escenario que a veces nos deja con las ganas. Con las ganas de potencia, con las ganas de un espectáculo más reñido con posibilidad de más errores y excesos… que se paguen más seguido, y sobre todo, que pongan de manifiesto las capacidades de los pilotos llevadas al límite.

Imagino una categoría hoy inexistente y que por la suma de condimentos nos ponga frente a algo deseable, competitivo, en el que no todos puedan entrar aunque tengan el dinero, y que nos entregue como ganadores a “campeones entre campeones”.

En un escenario nacional en donde tenemos autos de fórmula, TC de motorización delantera y tracción trasera, TC2000 con motor y tracción delantera y TOP Race con motores adelante y tracción atrás, solamente está faltando una categoría de “Gran Turismo - Pura Sangre”: Motor trasero de ubicación central.

La receta:

Solo pueden participar pilotos campeones de argentina, coronados en TC y/o TC2000 (no TC pista u otras divisionales). Podrían incluirse campeones de TOP Race V6, pero por lo No-Top de los autos (muy sencillos de manejar), y la repetición de algunos pilotos, puede no tener sentido real.

Solo pueden construir chasis (así como trabajar en ellos posteriormente), fabricantes y chasistas campeones de la argentina. De cualquier época y categoría.

Autos con techo y carenados sobre las 4 ruedas, de motorización trasera de ubicación central, con conjuntos motor-caja-puente compactos y de rápido reemplazo total en caso de roturas. No se penalizarían cambios por accidentes.

Potencia del orden de los 600 HP, con motores robustos pero sencillos y económicos. Esto puede obtenerse con 5 litros a 120 HP/litro, o 4 litros a 150 HP/litro. Nada extraordinario, y la elección final no necesita recaer sobre costosas versiones sino más bien sobre material estándar y con apenas una buena tapa de cilindros apta para competición. Puede o no ser mono-marca inicialmente, pero contar con las típicas Ford, Chevrolet y Dodge mantendría el interés local mantenido durante décadas.

Una jaula de supervivencia de carbono, fabricada por cada chasista y homologada, o bien construida por la categoría para todos con los anclajes necesarios para ser adaptada a todos los chasis.

Suspensiones y carrocería libres. Carga limitada al punto de hacerlos indóciles, pero asegurando pegarlos algo al piso. Esencialmente: sin exageraciones.

Un peso total que permita llegar a una relación peso/potencia de aproximadamente 2/1 o mejor. 1200 Kg y 600 Hp permitirían prestaciones de las que hoy no se ven en argentina. (pedir una relación de 1,75 puede parecer exagerado, al menos al principio).

Una estructura que permita que en caso de accidentes graves, la cápsula de supervivencia se separe con un mecanismo de “fusible”, del grupo motor-caja-puente. Siendo que F=M.a separar la masa en dos, incluyendo en una al piloto, es asegurar impactos finales del orden de la mitad de la fuerza de impacto. Esto es bueno para el piloto y para la integridad del último lugar de impacto. Sea un vallado, una pared o zonas con público, el fin y el resultado son mejores. Un estudio detallado puede permitir aprovechar la idea obteniendo el mejor resultado posible.

Una separación entre la espalda del piloto y la motorización, permite asegurar que no se cuelen gases en condiciones problemáticas.

El piloto ubicado en el centro y no un lateral, brinda mayor distancia y seguridad ante impactos laterales, y una salida por el techo además de las puertas normales, asegura una mejor extracción en caso de accidentes. Una carlinga tipo avión caza podría ser otra opción como lo que la FIA está probando para la Fórmula Uno en función de disminuir el riesgo de golpes fatales en la cabeza.

Cubiertas: capaces de soportar fuerzas laterales que permitan circular sin problemas en óvalos puros, cosa que permitiría visitar una vez al año Rafaela pero sin chicanas. Priorizar su dureza por sobre la adherencia. Mejor terminar la carrera sin problemas, aún al costo de la indocilidad. La esencia: que prevalezcan los habilidosos.

El nombre de la categoría: Por su espíritu y la vinculación emocional que tenemos en Argentina con los autos de “Turismo”, podría denominarse “Gran Turismo 600”, o “GT600 para Campeones”. De hecho el aspecto externo de estos autos podría coincidir con algunos Gran Turismo históricos del mundo. No sería extraño ver las formas de un GT40 o similares. En esencia, pura sangre de muy bajo perfil aerodinámico y alta potencia.

Instrumental a la altura de estas épocas, medición de velocidad por GPS y sincronismo con las autoridades de la prueba, permitirían largadas en movimiento controlado (personalmente las prefiero con autos detenidos), alarmas y avisos automáticos de la condición de pista.

La incorporación de una categoría así al calendario actual, nos dejaría a todos con la posibilidad de disfrutar de un espectáculo brindado realmente por los mejores de todas las áreas. Simultáneamente, el costo no sería prohibitivo si se eligen los motores adecuados a este perfil.

Luis A. Buccino

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